Peridermis
Es un tejido de protección que sustituye a la epidermis como tejido protector
en los tallos y raíces que tienen crecimiento secundario. No suele aparecer en
hojas ni en frutos. Normalmente aparece durante el primer año de crecimiento
secundario en aquellas partes de la planta que no van a crecer en longitud. Sin
embargo, algunas plantas no suelen desarrollar la peridermis hasta varios años
después de comenzar con el crecimiento secundario. La aparición de la
peridermis aísla a la epidermis del parénquima cortical y provoca la muerte de las
células epidérmicas y su descamación a medida que la raíz o tallo crecen en
grosor.
La peridermis se produce por la actividad del cámbium suberoso o felógeno☆,
un meristemo secundario y lateral que se puede originar varias veces. Durante el
primer año de crecimiento secundario se forma a partir de la desdiferenciación de
las células parenquimáticas o colenquimáticas que se encuentran debajo de la
epidermis, pero en algunas ocasiones también de células epidérmicas o floema
primario, con lo que puede formar un meristemo continuo o discontinuo. El primer
cámbium suberoso puede durar varios años dependiendo de la especie (en el
manzano, por ejemplo, más de 20 años). Más tardíamente, a veces tras varios
años, el felógeno se origina en zonas más profundas a partir células
parenquimáticas del floema secundario. En las raíces el felógeno se forma a partir
del periciclo. Las células de felógeno se dividen periclinalmente (ver figura) dando
lugar a filas de células que se distribuyen de manera desigual hacia el interior y
hacia la superficie del órgano de la planta. Las capas más externas son más
numerosas y sus células se suberifican, algunas lignifican, y luego mueren
formando el súber o corcho. Hacia dentro las células están vivas en una
disposición apilada formando la felodermis, y aunque en forma se parecen a las
células parenquimáticas corticales, se distinguen de ellas porque se disponen en
forma de hileras radiales.
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