CLIMA.
TEMPERATURA

La panícula, usualmente llamada espiga por el
agricultor, comienza a formarse unos treinta días antes del espigado, y siete
días después de comenzar su formación alcanza ya unos 2 mm. A partir de 15 días
antes del espigado se desarrolla la espiga rápidamente, y es éste el período
más sensible a las condiciones ambientales adversas.
La floración tiene lugar el mismo día del espigado,
o al día siguiente durante las últimas horas de la mañana. Las flores abren sus
glumillas durante una o dos horas si el tiempo es soleado y las temperaturas
altas. Un tiempo lluvioso y con temperaturas bajas perjudica la polinización.
El mínimo de temperatura para florecer se considera
de 15ºC. El óptimo de 30ºC. Por encima del 50ºC no se produce la floración. La
respiración alcanza su máxima intensidad cuando la espiga está en zurrón,
decreciendo después del espigado. Las temperaturas altas de la noche
intensifican la respiración de la planta, con lo que el consumo de las reservas
acumuladas durante el día por la función clorofílica es mayor. Por esta razón,
las temperaturas bajas durante la noche favorecen la maduración de los granos.
SUELO.
El
cultivo tiene lugar en una amplia gama de suelos, variando la textura desde
arenosa a arcillosa. Se suele cultivar en suelos de textura fina y media,
propias del proceso de sedimentación en las amplias llanuras inundadas y deltas
de los ríos. Los suelos de textura fina dificultan las labores, pero son más
fértiles al tener mayor contenido de arcilla, materia orgánica y suministrar
más nutrientes. Por tanto la textura del suelo juega un papel importante en el
manejo del riego y de los fertilizantes.
PH.

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